La capacidad de las pequeñas y medianas empresas para sumarse a la llamada cuarta revolución industrial determinará sus posibilidades de competir y sobrevivir en el mercado global en un plazo de entre cinco y diez años. Un escenario que ha llevado a situar la transformación digital en el centro de las estrategias corporativas, con un enfoque transversal que implica a todos y cada uno de los departamentos y profesionales de la organización. Y todo ello sobre un principio básico: no se trata sólo de automatizar procesos y tareas ya existentes, sino de innovar para optimizar la gestión, la distribución y comercialización, producción y la relación con empleados, clientes y proveedores.
En este artículo hablábamos de la importancia de la digitalización en las empresas.
En palabras de la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia:
“No cabe duda de que el reto de Euskadi es aumentar nuestros niveles de digitalización en muchos ámbitos, en particular en las PYMES, que corren el riesgo de quedar rezagadas en esa transformación de la industria del futuro”.
El primer paso para digitalizar la PYME es montar una infraestructura tecnológica, a nivel de hardware y software, que permita adoptar buenas prácticas de gestión y automatizar los procesos clave de la empresa, dotando a la organización de agilidad de respuesta, a la vez que se recortan tiempos y costes asociados.
Por otro lado, es fundamental disponer de una base tecnológica lo suficientemente robusta para soportar los retos que tendrán que afrontar las empresas: automatización de procesos internos y externos, Internet de las Cosas, Fábrica Digital, integración con social media, etc.
La gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas no disponen de recursos internos para acometer el proceso de digitalización, o bien la incorporación de recursos dedicados les supone una inversión difícil de amortizar en un plazo razonable. Por otro lado, el tiempo de trabajo que supone acometer estrategias de digitalización de forma interna sencillamente no compensa por motivos operativos. En otras palabras, la gestión del día a día acapara todos los recursos de una pequeña empresa.
La cuestión es que tarde o temprano, las PYMEs tendrán que abordar una estrategia de digitalización. El problema es que las empresas que lo pospongan, además de hacerlo tarde, lo harán mal por las prisas.
En Oreka IT somos conscientes de los problemas de la pequeña y mediana empresa, ya que compartimos la misma realidad. Por ello, ofrecemos a PYMEs de nuestro entorno la posibilidad de contratar paquetes de digitalización de forma externalizada y ajustados a la realidad y presupuesto de cada empresa. El objetivo es disponer de una base que asegure la solvencia y competitividad de las empresas.
El ejemplo de paquete básico de digitalización para una pequeña empresa es uno que incluya primero la implantación de un ERP específicamente ideado para afrontar el reto de la Industria 4.0. El producto ERP para esto es SAP Business One.
Por otro lado, un servicio Cloud para dotar al ERP de la infraestructura de alojamiento, back-up, mantenimiento de servidor. Adicionalmente, página Web preparada para una futura integración con el ERP y que tenga un enfoque a Social Media y Extranet de clientes/proveedores con posibilidad de conexión con el ERP. Y, por último, la posibilidad de externalizar toda la gestión informática y tecnológica.
La idea es disponer de una base sólida que permita afrontar al futuro a la vez que se externaliza la misma en una empresa local, de confianza, como Oreka IT, para que las personas de la PYME se despreocupen y puedan usar su tiempo en los aspectos y gestiones claves del negocio.
Por ello, te invitamos a que contactes con nosotros. Te prepararemos un plan de digitalización a tu medida, que sea asumible y que garantice la viabilidad de tu negocio en un futuro.